Alcanza la plenitud de tu sensualidad con estos fabulosos vestidos cortos de fiesta

La búsqueda del vestido perfecto comienza apenas sabemos que tenemos una fiesta. Todas las mujeres, en la situación personal que sea, buscamos captar las miradas, sentirnos atractivas y deseables, por lo que buscamos vestidos de fiesta cortos que logren todo eso. Comenzamos a buscar el vestido con una idea más o menos definida según el caso.  Tal vez ya sabemos que color nos gusta más, que estilo nos puede interesar, pero difícilmente se nos ocurra un estilo completo hasta que no vemos muchos vestidos. El problema es que hay que aprender a comprar vestidos cortos de fiesta de modo que se logre un resultado final superior aun al esperado. El punto más importante, es encontrar un vestido que no solamente sea bonito o sensual, sino que nos haga ver a nosotras bonitas y sensuales, esa es la diferencia que existe entre diferentes tiendas. En La Reina de Paris vamos a encontrar vestidos que no son solamente atractivos y muy sensuales, sino que se ha diseñado con el objetivo que seamos nosotras las atractivas y sensuales. Solo entrar a la fiesta, con uno de esos fabulosos vestidos de fiesta cortos, es captar no solo las miradas sino la atención completa de todos. La seguridad que eso nos proporciona es única y nos lleva a alcanzar esa plenitud tan importante.

Hay varios factores que hacen que uno vestido se fiesta muestre nuestra sensualidad femenina: el corte, la textura, el brillo y las trasparencias. Hay que saber jugar con todos esos elementos para alcanzar justamente lo que nos interesa. El corte del vestido debe marcar nuestras curvas, debe mostrarlas en todo su esplendor. Las telas que usan en La Reina de Paris hacen que ese ajuste nos brinde a su vez una firmeza que no incomoda. Ajusta y oculta lo que queremos ocultar. Resalta, destaca y a su vez da la sensación de que todo está donde tiene que estar. No todos los cuerpos son perfectos, estos fabulosos vestidos cortos de fiestas hacen que así lo parezcan.

La textura es tal vez una de las bases de la sensualidad. Una textura suave contrastando con algo diferente produce un impacto importante. Por ejemplo, un cuero o piel combinado con tachas, son un arma irresistible.

El brillo resalta. Un vestido con mucho brillo bien ajustado va a resaltar esas curvas tan sensuales. Pero si queremos destacar un punto fuerte en especial, como puede ser el escote o el busto, vamos a elegir un vestido con brillos en ese sector. Las miradas van a ir directamente donde nos interesa. Un vestido corto de fiesta con los brillos adecuados es casi imbatible.

Las transparencias es algo que hay que saber usar. He visto muchos vestidos con transparencias estratégicamente mal ubicadas, lo que arruina el resultado final. Ser sensual no es ser vulgar, y una transparencia fuera de lugar puede arruinarlo todo. Con eso en mente, podemos jugar todo lo que se nos ocurra con las transparencias. Lo ideal es que muestren pero no, que den esa idea de que si seguimos mirando algo muy interesante vamos a ver. Eso es lo que logran, atención completa-.

Un buen vestido corto de fiesta puede tenerlo todo o solo algunas de estas armas tan sensibles. Puede ser ajustado con brillos y trasparencias, o solo muy ajustados pero con un diseño muy llamativo (por ejemplo animal print). Eso sí, todo es una cuestión de dosis, no podemos pensar en un vestido muy ajustado, casi trasparente y con brillo. En La Reina de Paris hay para todos los gustos, jugando con todo esto, siempre asegurando un resultado final garantizado. Claro que con dos ventajas adicionales que son muy importantes: los precios son espectaculares (fabulosos vestidos cortos de fiesta solo por algo más de 30 euros) y los compramos desde nuestra sala, oficina o donde sea….las tiendas online lo han cambiado todo.

Con todo eso en mente, ya podemos elegir el más impactante vestido corto de fiesta. Recordemos que la idea es llegar a la fiesta y que al vernos no piensen “que tremendo vestido tiene esa chica” sino “que tremenda chica ha entrado con ese vestido corto de fiesta”. Tú te debes lucir, no el vestido. El vestido es tu arma.